El uso responsable de la calefacción conlleva a un ahorro sustancial en la factura sin necesidad de pasar frío o de realizar esfuerzos extra. Tan solo tenemos que conocer algunas pautas básicas y llevarlas a cabo.
El calor de la vivienda fluye de las habitaciones más calientes a las más frías, y siempre de abajo hacia arriba.La temperatura ideal en el interior de la vivienda es de 20 grados: Debemos tener en cuenta que cada grado que aumentamos en nuestro termostato, supone un 7% más de gasto en nuestra factura. Tener la temperatura de la vivienda por encima de los 21 grados e ir en pantalon corto por la casa en pleno invierno... no tiene mucho sentido.
Regular la temperatura: Es esencial controlar el termostato de la temperatura, adaptándolo según las necesidades de cada momento. Por la noche es conveniente bajar la temperatura de la calefacción, a fin de cuentas estaremos en la cama bien arropaditos con un monton de mantas. Además deberemos cerrar persianas y cortinas para evitar la pérdida de calor en el interior de la vivienda.
Los momentos en los que salimos a la calle, también es un ejemplo claro para regular la temperatura, de 4º a 5º menos para que simplemente se mantenga el calor.
Vigilar el aislamiento térmico: Una vez que tenemos la temperatura ideal dentro de la casa, es importante saber mantenerla. Cierra las puertas para concentrar el calor dentro de las habitaciones y que no se produzcan pérdidas de temperatura. Tener un sistema de doble acristalamiento en las ventanas, supone un ahorro energético entre el 20% y el 40%.
Mantener al día nuestras calderas: Asi evitaremos gastos mayores en caso de avería o por mal funcionamiento de nuestras instalaciones. Hay que revisar las tuberías, rejillas y salidas, para asegurarnos que esten libres de óxido o suciedad que impidan que el sistema funcione correctamente.
Purgar los radiadores: Al menos una vez al año y sobretodo al comienzo de la temporada de frío. Tener los radiadores ubicados bajo la ventana, favorece la propagación del calor por la habitación. Debemos evitar cubrir o tapar los radiadores para aprovechar al máximo el calor que emiten.
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